domingo, junio 10, 2007

Con el ojo morado



Ahora que empiezo a andar, soy imparable, a pesar de los coscorrones.



De hecho, ya no me conformo con eso. Estoy aprendiendo a montar en bicileta.



Aquí, robando el juguete a niños mucho mayores que yo en Golden Gate Park.



Esta es la cara de revieja que últimamente me da por poner.



Menos mal que tengo a Kenya, mi Angel Guardián.